11 de agosto de 2020

Las cosas son raras

Recuerdo una reseña escrita a raíz de una exposición fotográfica que hice, hace ya más de 20 años, en la que el autor de esta tildó mis imágenes de «paisajismo en blanco y negro». Por entonces yo era bastante más joven de lo que soy ahora (optimismo de xennial fofisano) y como el desencanto todavía no me ha había dado fuerte en la cara, aún soñaba que, con el tiempo, me haría un hueco respetable en el olimpo fotográfico. Sí es verdad que en aquella época todavía fotografiaba exclusivamente en blanco y negro, como también es verdad, que la mayoría de mis fotografías eran tomadas en exteriores. Pero nunca he tenido, ni entonces ni ahora, ningún interés por el “realismo” del espacio fotografiado, ni a la hora de verlo, ni a la hora de capturarlo en una fotografía. Aquello del «paisajismo en blanco y negro» me sentó un poco como una patada en mis partes colgantes, más por el hecho de pensar que, quizás, mi estilo fotográfico (si es que había alguno entonces) pudiera estar sumido en cierta indefinición, que por el de una reseña escrita por alguien que, presumiblemente, no había entendido muy bien de qué iba la cosa, seguramente como consecuencia de lo primero.

Fotografía, Imprescindibles, Peinando canas

24 de febrero de 2020

Zona 0... 25 años después

En 1995 creo que vivía una auténtica agitación emocional interna. Me sentía solo porque no conectaba con mi entorno del mismo modo en que lo hacía el resto de la gente de mi edad. Pero por otro lado, como ya he dicho, me gustaba estar solo porque me permitía desarrollar todas esas cosas que me llenaban de verdad (la fotografía, la música, los silencios…). Creé un espacio emocional propio que transmutó en un espacio físico (el piso) que se convirtió en una especie de ‘república independiente de mi mundo’ en el que todo y todos estaban de paso y yo era el anfitrión. Bienvenid@s al mundo raruno de Bernat.

Cine, Fotografía, Peinando canas

15 de enero de 2020

La fotografía en tiempos de la #fotografi@ (primera parte)

Para muchos de los que hemos tocado aun la fotografía analógica, procesar todo lo que ha supuesto el convulso camino hasta esta era digital, extenuante en muchos aspectos, nos ha dejado un sabor de boca un tanto agridulce. Dulce, sin duda, por todas las posibilidades creativas que la tecnología ha traído consigo, y amargo, también, porque tal y como, hace ya 5 años, definió el fotógrafo Siqui Sánchez en aquel legendario cabreo, Apoteosis de la Mierdografía, cuando una actividad artesanal (porque eso éramos los fotógrafos: artesanos de la imagen) pasa a convertirse en un producto fast food, la esencia de ese acto artesano acaba siendo engullida por la banalización y la ausencia de esa complejidad intelectual en el discurso, necesaria esta, en cualquier proceso creativo o artístico.

Cine, Fotografía, Internet y su puta madre, Peinando canas

Cine

cine

Diseño

diseno

Fotografía

fotografia

Imprescindibles

imprescindibles

Internet y su puta madre

internet-y-su-puta-madre

Patas arriba

patas-arriba

Peinando canas

peinando-canas

Series

series